Hoy que como club alcanzamos las 400 licencias este será un trabajo muy alentador que ya ha comenzado. Jugadoras de rugby sub 16 que sin darse cuenta dejarán atrás jugar en un equipo mixto para formar un equipo sub 18 femenino que va a ser muy cuidado y responsable de un bonito objetivo, llegar a junior y a senior femenino en las mejores condiciones de preparación intelectual y física.
De la mano de entrenadores cualificados y bien enfocados y de toda la ayuda colateral necesaria, ya motivacional, ya de asentamiento de los sentimientos que inspira este deporte para quién lo sabe mimar que es precisamente quién sabe canalizar el esfuerzo, la frustración y el gozo.
Es un rasgo de debilidad ambicionar más el resultado del propio lucimiento que el de los demás como se observa en ocasiones y por tanto hemos de educar. O bien la angustia sin freno por algo que bien se puede temer pero que hemos de aprender a controlar sobreponiéndonos con señorío. No es nada fácil en la adolescencia manejar estas fuerzas internas y más si en tu entorno cercano no te dan cierto orden y paz necesaria para fortalecerte por dentro y distinguir los momentos en los que aplicar el propio conocimiento y nuestra mayor dignidad.
Sabiendo que quienes maduran estas fuerzas internas a fuego lento y alcanzan la temperatura necesaria, si se les acompaña en este reto, logran templar un carácter que es fuente de posteriores triunfos, satisfacciones y admiración social por que estos individuos alcanzan mejores cotas de servicio a los demás en lugar de vivir entre protestas, aspavientos, búsqueda de a quien culpar, miradas de desdén o desafío, excusas interminables, abundantes autoreferencias y resto de rasgos de fragilidad que en principio y en final solo resultan ser tóxicos para uno mismo como para los demás.
En definitiva un proyecto que se basa en cultivar el valor desde dentro hacia afuera, demostrando que en femenino el valor es hasta más atractivo.
Y siempre conservando unos buenos modales, que es lo que primeramente reciben los demás de nosotros. Receta por tanto: pensemos en los demás antes de que podamos estar haciendo el ridículo de estar encerrados en nosotros mismos.
Por un orgullo sano,
1-2-3 Aupa Osas!